Es el peor momento de mi vida y a la vez la mejor etapa de mi existencia.

Hoy te soñé en una fecha importante, pude abrazarte y saludarte. Por un momento fue como si nunca hubiese pasado el tiempo entre nosotros... Lo bueno de los sueños lúcidos.

Pero a medio sueño caí en la cuenta de que eso no era real y que la sensación de comodidad y felicidad solo era parte de lo que mi mente quería crear para darme paz... Lo malo de los sueños lúcidos.

Entonces recordé todo lo que ha pasado desde que te marchaste. Las aventuras que he tenido, la felicidad que he encontrado. Vi pasar los enamoramientos fugaces que he sufrido y mi capacidad para romper corazones también.

Y en días como hoy, me gusta pasear la cajita de recuerdos que guardo en mi mente. Me gusta verte dormido o peleando con escuadrones. Sentir la conexión que nos unía y que pintaba todo para lo eterno.

Así también me gusta desempolvar nuestras diferencias. Recordar que lejos ambos somos más felices y más reales. Me gusta exponerme las conquistas y metas que en meses he logrado, versus a los años en los que solo existí para alguien más.

Y ahí es donde entiendo: Es el peor momento de mi vida y a la vez, la mejor etapa de mi existencia.




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