¿Qué sucede? No lo entiendo. De repente comencé a sentir cosas extrañas con vos... ¡CON VOS! Es raro. Te miré por unos segundos y me resultaste diferente a lo de siempre, te miré especial por primera vez. Y no me lo vas a creer, en ese momento agradecí a la vida estar con vos, estar cerquita aunque se sintiera lejos.
Te quedaste dormidito en mi regazo y decidí acariciar tu cabello esperando que mediante el tacto yo pudiese interpretar las cosas extrañas que sentía en ese instante. Y qué decir, sentí algo extraño con ese tacto, como si en ese instante pudiese decírtelo todo al jalonear tu cabello y luego acariciarlo despacito. Así como soy yo, violenta y después suavecita. Y al parecer, fue como gritarte algo muy fuerte y luego decirte "lo siento, no fue mi intención".
Seguí girando en esos pensamientos, una y otra vez. Hubiera querido que el momento pasara más lento, más lento para verificar qué hubiera podido pasar si seguía en ese trance. Tal vez te hubieses despertado y me hubieras mirado desconcertado, sin saber por qué carajos estaba haciendo lo que estaba haciendo. Yo hubiera comentado cualquier estupidez que interrumpiera el momento incómodo y todo seguiría como siempre, como debe ser.
Estoy frente al espejo ahora, miro mi reflejo fingiendo que es tu cara y digo en voz bajita: “si te hablara despacito de esto, ¿qué harías?” Esa es la pregunta que surge ahorita. Definitivamente no sabrías responderla, ni siquiera sabrías de qué carajos hablo o a qué me refiero con “esto”. Pero no importa, así me gusta “esto”. Quiero dejarlo intacto por la posteridad, que ni vos, ni yo, ni nadie sepa la definición de esta sensación. Porque la curiosidad mata a los gatos y en mi forma de querer soy casi como uno de ellos.
“Esto” es diferente, interesante. Es como estar a la expectativa cada día. No hay rutinas monótonas, protocolos absurdos o incomodidades. Solo vos ignorando y yo fantaseando. Tan dulce como cruel, pero así saben las mejores cosas. Te voy a guardar en mi cajita de Pandora, la que nunca se debe abrir. Solamente no te esfumés nunca, te lo pido; no te acerqués más porque me alejás. Quedate así como estás, fácil de ver pero no de encontrar…